HANDS SHAPE THE MESSAGE
THROUGH BRAND TUNING

Si queremos que la expresión de la marca llegue nítida a su público, sin ruidos, sin interferencias, sin desviaciones, debemos observar un cuidado extremo por el detalle a la hora de materializarla.

Afinar, ajustar, sintonizar... Son tareas que requieren manos expertas, movimientos precisos, destreza… maestría. Al fin y al cabo, estamos creando los cauces de expresión para la marca, los canales que van a dar soporte a su mensaje, la cara visible de su personalidad.

Para estar a la altura de esta exigencia, no basta con disponer de la última tecnología, no basta con contar con personas capacitadas para pilotar la nave hay que llevar sus posibilidades hasta el límite. Hay que imprimir magia. En cada movimiento. En cada acción. En cada expresión. Y para obrar magia, como todo buen ilusionista sabe, es esencial que las manos estén íntimamente conectadas con la cabeza y con el corazón, que respondan al mismo estímulo motor, que sus acciones estén coordinadas, que conformen una unidad.

Esa conexión es también el secreto del Brand Tuning tal y como lo entendemos en The Marketing Factory. Y es también la manera de hacer que nos define, nuestro sello, la marca de la casa.