Pensar lateralmente es salirse del sendero y caminar campo a través. Es volar fuera de las rutas trazadas. Es aventurarse en océanos inexplorados en busca de nuevos horizontes.

Pensar lateralmente es abandonar los patrones de pensamiento adquiridos y abrir la mirada a nuevas perspectivas.

Pensar lateralmente es volver a empezar, enfrentarse a los problemas con la mente virgen y sin cargar con la mochila de las convenciones.

Pensar lateralmente es replantear los términos de las preguntas, redefinir las coordenadas de las premisas, redibujar el mapa por el que discurren los silogismos.

Pensar lateralmente es provocar disruption.

Pensar lateralmente es la única manera de encontrar soluciones a los problemas cuando la lógica elemental parece haber entrado en un callejón sin salida.

El "lateral thinking" forma parte del ADN de The Marketing Factory. Preside nuestra cabeza, anima nuestro corazón y se manifiesta a través de nuestras manos.

Porque funciona.

Y además es divertido. Compruébalo.